Ya merito se saca la lotería. Ya merito se pone a trabajar en serio. Ya merito estudia. Ya merito ordena su vida…
Todo lo deja para mañana, por lo que también es “El Hombre del Mañana” pero ese mañana es etéreo, algo maravilloso que anuncia su llegada todos los días y por supuesto que nunca llega…
Y así, entre “ya merito” y “mañana lo hago” o “mañana empiezo”, se va pasando la vida de una manera lastimosa…
Para lo único que está listo es para el relajo, para la diversión, para la pachanga y desde luego, para la parranda…
Eso sí no se deja para mañana ni se aplica el “ya merito”. Eso lo “pospone” para inmediatamente. Pero todo tiene un límite y tarde o temprano llega el momento de afrontar la vida, de no poder dejar nada para mañana ni al “ya merito” y entonces comienza el arrepentimiento y también comienza una vida si nó miserable, al menos que deja mucho que desear y que pudo ser magnífica, pero no se quiso…
Hay mucha sabiduría al respecto, pero toda condena al flojo, al irresponsable, al pretextero y a aquel que nunca tiene la culpa de nada porque está listo a inventar disculpas o pretextos. Si tú eres hombre del mañana o “el ya merito”, enderézate o te carga la Chingada…
No hay comentarios:
Publicar un comentario