El “Canelo Álvarez” sorprendió a los damnificados con su visita en la que les entregó víveres y material de construcción
El boxeador mexicano Saúl Canelo Álvarez, sorprendió a la población damnificada del municipio de Quechultenango, ubicado a una hora de esta capital, a quienes entregó víveres y cemento para la reconstrucción de viviendas y caminos afectados por la tormenta tropical Manuel.
Sin realizar ningún anuncio previo a su visita, el boxeador arribó alrededor del mediodía a la cabecera municipal de Quechultenango, una de las zonas más devastadas por la tormenta tropical Manuel, donde poca ayuda ha llegado de las autoridades federales y estatales.
Vestido con una camiseta negra y una gorra del mismo color, el Canelo Álvarez recorrió la zona afectada y entrego víveres a las familias damnificadas, gesto que causó una ola de buenos comentarios de los guerrerenses a través de las redes sociales.
Acompañado por sus managers Chepo Reynoso y Edison Reynoso, el ídolo mexicano visitó a los damnificados de Quechultenango para entregarles material de construcción y se comprometió a que levantará 85 casas y reconstruirá tres escuelas afectadas en este municipio.
Saúl Álvarez ayudó a descargar el material, tomó la palabra y escuchó los requerimientos de los pobladores, quienes le agradecieron su apoyo en estos momentos difíciles.
Recorrió algunas calles y atestiguó cómo el desbordamiento de dos ríos arrasó con todo lo que había a su paso.
El peleador mexicano aseguró que se encargará personalmente de supervisar los avances de esta construcción para que todo esté listo lo antes posible.
Este hecho humanitario de inmediato género una serie de comentarios de los guerrerenses en las redes sociales, comparando esta acción con la reciente visita de la conductora de televisión Laura Bozzo, quien fue severamente señalada de crear un show televisivo con el dolor de los damnificados.
En diversas fotografías se puede observar al boxeador cargando en sus hombros los bultos de cemento que entregó a la población damnificada, además de ofrecer palabras de aliento a quienes perdieron sus viviendas y en muchos casos a sus familiares.
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