Con gobiernos de claroscuros, y en dos
momentos, Aguirre gobernó un sexenio
En el segundo período, la luna de miel con los movimientos de izquierda duró solamente 2 años
Ángel Aguirre gobernó dos períodos incompletos: el primero, porque llegó a la mitad, a causa de una matanza; y el segundo, porque lo dejó antes de terminar, a consecuencia de otra. Una vez lo hizo con las siglas del PRI, y otra con las siglas del PRD.
Al final, entre ambos períodos, gobernó el estado de Guerrero durante seis años y medio.
Su salida, sin embargo, dejará damnificados políticos: se acabó la aspiración de su hijo Ángel Aguirre Herrera de ser alcalde de Acapulco, y del senador Sofío Ramírez Hernández de ser abanderado perredista a la gubernatura en 2015.
El 12 de marzo de 1996, después que la policía estatal asesinara a 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas, el entonces gobernador Rubén Figueroa Alcocer dejó el cargo y lo sucedió Aguirre Rivero por designación del Congreso local.
Era presidente del PRI estatal cuando fue convocado por el Congreso para sustituir al mandatario renunciante. En 1998, le tocó enfrentar otra masacre: 11 campesinos fueron asesinados por el Ejército en el poblado de El Charco, municipio de Ayutla, cuando pernoctaban en una escuela primaria. Vio el nacimiento de dos grupos guerrilleros: el EPR en el primer aniversario de la matanza de Aguas Blancas, y en El Charco, el ERPI.
Durante el primer período aguirrista, hubo mucha obra pública: construcción de carreteras, hospitales, escuelas, espacios deportivos, y se creó la Orquesta Filarmónica, y abrió espacios a perredistas en su gobierno en tiempos en que todavía este partido era perseguido, lo que le sirvió 14 años después, durante su campaña por la segunda gubernatura. Sin embargo, la Organización Campesina de la Sierra del Sur fue perseguida: 17 de sus militantes fueron asesinados y sus principales dirigentes, Benigno Guzmán, Bertoldo Martínez Cruz, e Hilario Mesino, fueron encarcelados; el ex diputado Ranferi Hernández Acevedo se exilió en Francia alegando persecución del nuevo gobernador; fue desaparecido el dirigente del Movimiento 500 años de Resistencia Indígena, Gregorio Alfonso Alvarado López y asesinado el periodista Abel Bueno León.
El 1 de abril de 2011 Aguirre Rivero regresó al cargo, con el apoyo de la coalición de izquierda PRD, MC y PT, luego de que su anterior partido, el PRI, le negara la candidatura.
El inicio de su mandato fue cercano a las fuerzas de izquierda: entabló diálogo con la Ceteg, fue el primer gobernador en visitar la normal rural de Ayotzinapa y apoyar económicamente a su funcionamiento, visitó los bienes comunales de Cacahuatepec, firmó un compromiso para no impulsar la presa La Parota y se colocó la camisa de los opositores a la hidroeléctrica. En lo partidista, se afilió al PRD, a diferencia de su antecesor, Zeferino Torreblanca Galindo, que nunca lo hizo, y conminó a sus colaboradores a afiliarse a su nuevo partido.
Pero luego vino el rompimiento con los maestros, primero por la violencia, cuando éstos salieron a la calle y la policía los reprimió; y después por la reforma educativa, a la que el gobierno estatal no se opuso, como le pedía el magisterio. Fueron días de marchas intensas.
El 12 de diciembre de 2011, se rompió la alianza con la normal de Ayotzinapa. En una protesta en la autopista del Sol, dos estudiantes fueron asesinados por la policía. Nunca se determinó si había sido la estatal o la federal la que los mató.
Después vino el rompimiento con la Policía Comunitaria.
Desde el gobierno estatal se alentó la división, y los dirigentes que se oponían a la introducción de las empresas mineras en La Montaña fueron perseguidos y encarcelados. Emblemática fue la detención de la comandante de Olinalá, Nestora Salgado García, a la que el gobierno aguirrista mantiene en un penal de máxima seguridad, incomunicada aún.
La ruptura con el movimiento social en general se dio el año pasado, cuando 13 luchadores sociales, entre ellos los reconocidos dirigentes Arturo Hernández Cardona, Rocío Mesino, Raymundo Velázquez y Luis Olivares, fueron asesinados sin que hubiera sanción para los responsables.
Finalmente, el gobierno rompió con el Cecop, y recluyó a su vocero Marco Antonio Suástegui Muñoz en el mismo penal de máxima seguridad donde se encuentra Nestora Salgado. El asesinato de tres normalistas y la desaparición de 43 más, en Iguala, el 26 y 27 de septiembre pasado, fue la gota que derramó el vaso.
Marchan miles en Tecoanapa, participaron varias comunidades: como Xalpatlahuac, El Pericón, Los Magueyitos y Tecoantepec, así como la cabecera municipal mostrando su solidaridad con las 8 familias de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, los cuales son originarios de este municipio.
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