¡Matan a dueño de bar!
Frente a su hijo menor de edad fue baleado por sujeto que se dio a la fuga
Minutos después de haber abierto las puertas de su negocio con razón social “Bar El Toro” y que se localiza en la colonia Electricistas, Jorge Jaimes Hernández, quien era conocido como “El Güero”, fue asesinado por un sujeto que le disparó con un arma calibre 9mm, crimen que cometió en presencia de un hijo del ahora occiso y quien es menor de edad, huyendo el asesino sin ser identificado.
Eran las quince horas cuando Jorge Jaimes Hernández, de 45 años de edad, originario de Amojileca y quien era vecino de la colonia Omiltemi, acompañado de su hijo de diez años de edad llegó al bar “El Toro”, localizado en la esquina de la calle lateral oriente del boulevard Vicente Guerrero y la calle 30 de Agosto, de la colonia Electricistas (junto a las gradas del puente peatonal que se encuentra frente a la colonia san Juan).
Autoridades informaron que “El Güero” abrió las puertas de su negocio y de inmediato comenzó a preparar el mobiliario para dar servicio a los clientes, entrando en ese momento un sujeto desconocido que pidió una cerveza y luego se dirigió a una mesa colocada al fondo.
Cuando Jorge Jaimes llevó la cerveza al “cliente”, este lo sorprendió sacando una pistola calibre 9mm con la cual le disparó en dos ocasiones, hechos que fueron presenciados por el niño que vio caer a su padre y nada pudo hacer frente al asesino, que luego de cometer el homicidio guardó la pistola y salió a la calle.
El dueño del bar cayó de cara al piso donde quedó inmóvil, llegando poco después paramédicos de Protección Civil del Estado, que lo revisaron confirmando enseguida que ya estaba muerto, lo cual le fue comunicado a su esposa Flor María Organista García, quien en ese momento iba llegando al bar.
El crimen se cometió cuando decenas de personas entraban y salían de las centrales de autobuses ubicadas a una cuadra del lugar, asegurando testigos que en la avenida Insurgentes había unos diez policías estatales y en el puente de la colonia José López Portillo había un retén de policías federales, pero aun así, el criminal escapó con toda tranquilidad.
Posteriormente al bar llegaron policías municipales, estatales y federales, así como ministeriales y un agente del Ministerio Público del Fuero Común, quien realizó las diligencias de ley recogiendo dos cascajos de bala calibre 9mm y ordenando que el cadáver fuera trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense, donde la necropsia de ley que se le practicó reveló que Jorge Jaimes falleció a consecuencia de los dos balazos que recibió y que le perforaron los pulmones.
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