sábado, 23 de noviembre de 2013

opinion

Los imperios corruptos de la contingencia

Rigoberto López Vázquez 
 Ahora que han pasado dos meses de la contingencia causada por las lluvias de la tormenta tropical Manuel en Guerrero, el (des) gobernador Ángel Aguirre Rivero se quedó esperando la oportunidad de robarse, en complicidad con su compadre, cuate, amigo de parrandas y cómplice de transas y trapacerías, Jorge Salgado Parra, el verdadero dueño del  dinero público en Guerrero, porque el presupuesto para la “reconstrucción” lo manejará directamente el Gobierno federal.

Lo peor, es que para poder llevarse unos milloncitos extras a costa de la desgracia de miles de guerrerenses que perdieron viviendas y patrimonios enteros por las lluvias, el gobernador y su gavilla se prepararon con antelación, de la misma forma que preparan un robo ladrones profesionales de bancos, profesionales como son en eso de robar.
Resulta que días antes de las lluvias, el desgober Aguirre en contubernio con el delegado de la Sedatu, Héctor Vicario Castrejón, al fin los dos priístas de viejo cuño, avisados con el informe de Gobernación federal sobre la gravedad de la tormenta Manuel, se dedicaron a almacenar colchonetas para danmificados en un salón de fiestas que tiene Vicario en la colonia Villas de Ocotepec llamado Salón Campestre, donde acostumbra festejar sus cumpleaños una estrafalaria periodista del Diario de Guerrero, hoy convertida en funcionaria municipal de Mario Moreno Arcos.
El traslado de las colchonetas se realizó en transportes de la empresa Construrama, que se sabe es quien le ayuda al PRI a comercializar los bultos de cemento del programa Piso Firme, que se supone deberían ser gratuitos como indica la leyenda estampada al frente de cada bulto “Prohibida su venta”. De hecho, durante las elecciones del 2012 se publicó en Vértice una fotografía donde aparece un camión de Construrama con bultos del programa federal. A cambio de su apoyo en este negocio redondo, la empresa de materiales se lleva una buena tajada y al final ganan todos.
Bueno, para no perder la línea del relato, una vez que almacenaron cierta cantidad de colchonetas, seguros de que las venderían en la contingencia, el gobernador se metió a Casa Guerrero a echarse sus alipuces con la fauna política de la que se rodea, mientras afuera la gente sufría con la lluvia.
El gober se sentía con un motivo más para festejar, porque sabía que con la contingencia le llegaría a Guerrero dinero extra para reparar los daños, y se los echaría al bolsillo, como lo hizo en 1997 después del huracán Paulina. Se sentía seguro de que sus cuates priístas, comenzando con Enrique Peña Nieto, le darían manos libres para manejar el dinero, como lo hizo en su momento Ernesto Zedillo.
Pero el gober no contaba con que esta ocasión sus planes no les saldrían como esperaba, pues su compadre Peña Nieto no le deja manejar un solo peso de los destinados a la reconstrucción. Parece que ya se enteró de la fama que tiene Jorge Salgado Leyva, de jinetear y robarse los recursos públicos, mientras Guerrero continúa en el atraso.
Por cierto, en la Secretaría de Finanzas han informado que hay proveedores a quienes se les debe de hace más de un año y que ahora han hecho negocios con nuevos proveedores, para no pagar a quienes adeudan. Lo que pasa es que Jorge Salgado ya da por hecho que su junior, el gris, inepto y apto para robar diputado federal Jorge Salgado Parra será candidato a la presidencia y necesitará suficiente dinero para pagarle la campaña y los votos que por sí solo nunca ganaría.
Bueno, con esto hacemos un receso mientras seguimos documentando las transas que cometen los políticos parásitos, a costa de mantener en el atraso a cientos de miles de guerrerenses.
Como avance, les decimos que el tema será sobre el inepto y apto rata Secretario general de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, un monigote  a quien le metieron la idea de que podría ser un buen gobernador, y lo peor es que se la ha creído y ahora anda más insoportable que nunca. Es un cínico, porque sobre su espalda pesa la liberación del secuestrador Calilla, asunto que no ha podido aclarar. Pero la investigación sigue abierta, y en cualquier momento lo meten a la cárcel, donde debe estar, y no en la función pública, donde sigue torciendo la ley a su beneficio.
A este funcionario, los trabajadores de Tribunal Superior de Justicia lo han acusado de amenazarlos constantemente con despedirlos si no se someten a sus atrocidades, y de abusar de sus derechos al ordenar que se les apliquen descuentos salariales injustificados, porque desvía recursos de la institución a sus cuentas bancarias y de alguna forma tiene que reponerlos.
Martínez Garnelo tiene a sus familiares cobrando jugosos salarios con altos cargos, además de haber metido a la nómina a amantes de sus familiares y de familiares del Gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Su esposa, Emma Calvo de Hernández y la entenada, Georgina Martínez Garnelo y Calvo (apellidos como en la realeza) también han protagonizado escándalos públicamente en las oficinas del Poder Judicial.
Martínez Garnelo les ha advertido a los trabajadores del Tribunal que él sigue siendo el presidente y que en enero regresará al cargo, porque al magistrado Alberto Celis él lo puso y él lo quitará de la presidencia. Nada más le encargó el changarro, como quien dice.
Se ufana de que nadie le puede quitar ese coto de poder, porque es incondicional del gobernador Aguirre, le sirve de tapete, y por eso lo mantiene en el cargo.
Otro corrupto es su primo Enrique Baldomero Ortega Garnelo, el pagador del TSJ quien amenaza a los trabajadores con tenerlos monitoreados por si pretenden actuar contra Martínez Garnelo. Además, están monitoreados los teléfonos de las oficinas y celulares de los magistrados, por órdenes de “Chucho” Martínez Garnelo.
En Guerrero no existe la impartición de justicia. Todos los asuntos legales que llegan al Tribunal se resuelven desde la Secretaría General de Gobierno, a conveniencia de la mafia que gobierna al estado de Guerrero.




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